Ursula K. Leguin murió en 2018. Hasta entonces sabíamos que estaba en alguna parte de este mundo haciendo algo. Tal vez pensar una nueva historia o tal vez sobrevivir. Ahora sabemos que está en algún lugar de este mundo, pero en el pasado y, sin embargo, sus obras están vivas a nuestro alrededor, vivas una y otra vez en la mente de sus lectores.